México, 1 ene (PL) Los aspirantes a conseguir una candidatura a la presidencia de México en los comicios de julio están hoy lejos de conseguir las firmas que dicta la ley, en una carrera donde los principales contendientes ya están en la batalla.
Los «independientes», léase sin partido, que aspiran a la silla presidencial deben conseguir 866 mil 593 firmas de apoyo ciudadano en al menos 17 estados del país para ser certificados por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Pero al iniciar el año los más adelantados, el gobernador con licencia del estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez, y la exprimera dama, Margarita Zavala (esposa del expresidente Felipe Calderón), apenas cumpliero el requisito en cinco estados.
Les sigue Armando Ríos Pitter (senador con licencia que renunció a su militancia en el Partido de la Revolución Democrática), quien solo consiguió el umbral requerido en su natal estado de Guerrero.
Otros aspirantes no consiguen avanzar, incluida María de Jesús Martínez, respaldada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quien debe recoger firmas electrónicas igual que los demás, a despecho de que en las comunidades indígenas no abundan ni los celulares ni mucho menos las áreas de cobertura telefónica.
Distante suerte tienen los precandidatos de los partidos políticos, cuyas organizaciones incluso reciben fondos por parte del INE.
Son ellos José Antonio Meade, al frente de una coalición donde manda el Partido Revolucionario Institucional; Ricardo Anaya, apoyado por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano; y Manuel Andrés López Obrador, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, en alianza con otras dos agrupaciones.